¿Estás buscando leer
poesías, prosas y cuentos experimentales que dibujen una grieta en toda forma
de escritura establecida? El sitio http://arbolengo.blogspot.com/
responde a esta pregunta.
En el sitio, diferentes
autor@s de la provincia de Buenos Aires trabajan en la idea de puntos de fuga,
en donde la cuestión del desenlace proyecta su sombra sobre el conjunto de la
obra en marcha determinando su forma, su crecimiento y su sentido. De
acuerdo con este modo de considerar los desenlaces, en Arbolengo ninguna obra
acabada realiza un ideal, sino que en cambio manifiesta la permanente
constricción de las circunstancias. Sólo por ella el pensamiento y la
imaginación adquieren una forma acabada y se avienen a una conclusión, aun si
al sentido esbozado le espera un impredecible desarrollo en la mente de sus
receptores.
A modo de adelanto,
te dejo uno de los tantos relatos escritos por Facundo Martinelli:
Pendientes
Cuando los vi no podía creer que estuviesen ahí sentados
esperándome como dos lobos hambrientos aguardando a su presa. Me quede
congelado, paralizado intentando que no me vieran, pero fue tarde, empezaron a
reírse de mi se burlaron invitándome a su banquete venenoso lleno de
sinsabores y asuntos pendientes.
La oferta era tentadora pero un poco cruel para afrontar a
altas horas de la madrugada, así que hice fuerza y desvié la mirada, intente
ignorarlos, juro que lo intente pero escuchaba detrás de mis hombros como
cuchicheaban era un susurro estremecedor, aun así seguí ignorándolos hasta que
ya no pude. Me doble como un duro hierro en las manos del herrero me deje
llevar, me enredaron con sus palabras me atraparon como la diminuta araña que
acaba de atrapar a un gran cascarudo, me envolvieron y ya no pude huir.
El plato principal del banquete fui yo que sin poder moverme
me inyectaron toda su crueldad y entre en un terrible insomnio del que no pude
salir durmiendo y así de a poco disfrutando cada momento gozando cada bocado
que arrancaban de mi mediante mi mente se comieron el resto de mi cuerpo.
Ya estaba entregado ¿Qué podía hacer? ¡Nada! me llevaron en
un nostálgico paseo por el pasado mostrándome en forma de tortuosas imágenes lo
solo que me había quedado, y lo peor es que tenían razón “la verdad para el que
quiere ignorarla es una cruel cachetada”. Pendientes, asuntos pendientes que se
pasean en mi cabeza recordándome lo que fuimos, lo gigantes que éramos. Pero
las cosas hoy son distintas, la soledad y un par de pendientes que olvidaste
casi a propósito en mi meza de luz retienen mi paz y no me dejan dormir.